¿Pentavocalismo Contra Trivocalismo?

Unas Verdades Útiles a Saber Para Disputarse Menos

 

Paul Heggarty, Universidad de Sheffield, Reino Unido

 

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¡Nota importante para poder leer e imprimir correctamente estas páginas!

 

En estas páginas se sigue la norma entre lingüistas de escribir:

   las letras entre flechas, así:  <c>

   y los sonidos entre corchetes, según la trascripción del alfabeto fonético internacional, así:  [k] y [s].

Como por ejemplo en la palabra escrita <cocer>, que corresponde a los sonidos [kosɛɾ], o en España, [koθɛɾ].  Pero ¡Ojo!  Probablemente en su computadora todavía no podrá ver correctamente los símbolos en texto verde entre las paréntesis.  Porque en esta página web, y su versión como documento Word, he tenido que utilizar a menudo unos símbolos del Alfabeto Fonético Internacional (International Phonetic Alphabet, o IPA).  Cada vez que los he utilizado, los símbolos aparecen como texto en este tono de verde, y entre paréntesis [así].  Están escritos utilizando el fuente Arial Unicode MS, la cual viene preinstalado en la mayoría de las computadoras bastante recientes (Windows 2000 en adelante).  Este vale también para los archivos en formato Word de de esta misma ponencia, que se puede descargar haciendo clic aquí, y de las hojas distribuidas al congreso para acompañar esta ponencia, que se puede descargar haciendo clic aquí.

 

 

Índice

En vista del tono del discurso de abertura del congreso por el presidente de la “Academia de la Lengua Quechua de Cuzco”, desafortunadamente me vi obligado a justificar mi presencia en el congreso en cuanto extranjero.  Esta parte de la ponencia tal vez no sea de un gran interés para quien tiene un poco más de buena fe en la gente.  En este caso puede pasar directamente a la parte más interesante:

 

¿Qué Podría Enseñar la Lingüística a Hablantes Nativos (Bilingües)?

Unos Puntos de ¿Desacuerdo?

Las Letras No Son Sonidos

Letras y Sonidos:  Las Cosas No Son Tan Simples

La Complejidad de los Idiomas

Escritura Trivocálica:  Más Compleja ¿Para Quién?

¿Ventajas del Trivocalismo?

¿Y los Demás Idiomas del Mundo?

¿Qué Tipo de Ortografía Utilizan los Demás Idiomas del Mundo?

 

Preguntas y Respuestas

 

Notas

Otros Principios de la Escritura

Principios Morfofonémicos

Legados Históricos

¿Una Ortografía Unificada Para Todas las Variedades Regionales del Quechua?

¿Por Qué los Académicos Quieren ser Diferentes?

 

 

enlace a mi otra página sobre:  Fonémica o Fonética:  ¿Qué Quiere Decir?

enlace a otro artículo mío en idioma inglés sobre esta misma cuestión de 3 o 5 vocales

para descargar este texto como documento Word, vea la nota importante arriba

 


Comienzo del Texto de mi Ponencia

 

Buenos Días

Qamkunapaq allin p’unchay kachun.  Buenos días a todos.  Para empezar, quisiera precisar algo acerca del título de mi ponencia, que debería llevar más bien unos signos de interrogación, así que debería ser más bien una pregunta:  ¿Pentavocalistas contra trivocalistas?

Porque en la realidad, las posiciones de los dos son algo menos diferentes de lo que muchos piensan.  Es eso que trataré de demostrar aquí.

 

Sobre Mí, y mi Proyecto de Investigación Lingüística Sobre el Quechua

Pero primero, en vista de las palabras de anteayer del presidente de la academia de Cuzco, parece que hacen falta unas ‘verdades’ sobre mí.

1. Sí, vengo del Reino Unido.  (¿Por qué no digo simplemente que soy inglés?  Pues, eso ya veremos...)

No obstante esto, señor presidente de la academia, siguen tres verdades más sobre mí:

2. No tengo nada que ver con ninguna ONG.

3. No me manda ninguna organización religiosa.

4. No me paga ninguna empresa multinacional.

 

Pues, tal vez el presidente de la academia se estará preguntando qué hago aquí, y cuál es mi interés para el quechua...  Bueno, yo vengo a los Andes para un proyecto de investigación lingüística sobre los idiomas andinos, mayormente el quechua.  Es un proyecto de investigación no más, del departamento de lingüística de mi universidad, financiado con una beca de una organización de investigación científica, por supuesto sin fines de lucro.

Más específicamente, tratamos de saber, y de medir, de cuantificar, cuanto se diferencian las varias formas regionales del quechua.  Es por eso que me encuentro ahora aquí, en camino desde el Ecuador hasta el norte de Argentina.  Estoy recogiendo datos de unos veinte pueblos quechua-hablantes en cuatro países andinos, para hacer una comparación detallada entre estas variedades del quechua.  Las comparamos en tres aspectos:

   en su vocabulario básico;

   en su pronunciación;

   y en ciertos aspectos de su gramática.

Para más detalles sobre este proyecto de investigación, haga clic aquí.

 

¿Por qué me Interesa el Quechua?

Y ¿Por qué me interesa el quechua?  Bueno, aquí le cuento una última verdad sobre mí.  Mi apellido es, como ven, Heggarty.  ¿Acaso quiere decir algo en inglés este?  Pues no – porque no es en el idioma inglés, sino irlandés.  (De hecho, unos me dicen que quiere decir ‘uwiha suwa’, ‘ladrón de ovejas’ – pero ¡yo no lo creo!).  El irlandés es un idioma celta, de la rica cultura celta.

Bueno, ustedes todos saben lo que ha pasado con varios idiomas indígenas de América Latina frente al castellano (por ejemplo el Mochica y el Puquina, y ya el quechua en ciertas regiones).  Han muerto.

Así para los idiomas celtas, que apenas sobreviven aún, en partes de Irlanda, Escocia y Gales.  Apenas sobreviven porque frente a la invasión y ocupación inglesa, durante muchos siglos han sufrido injusticia y desprecio.  Así que hace unas generaciones mis antepasados, como muchos, se vieron sin duda obligados a dejar de hablar el irlandés, y yo me quedé con el inglés no más.  Pues con razón que, aunque tenga ese como mi idioma materno, yo no me presento como ‘inglés’ – que al fondo no lo soy.  Es una parte de mi identidad que ha muerto, por injusticia y desprecio.

Por eso, yo se que es la muerte – podemos decir hasta la matanza – de un idioma.  Tengo yo mismo todas las razones para sentirla y lamentarla, que me ha quitado una parte de mi propia identidad cultural.

Así que, por favor, no me digan que si soy lingüista, debe ser que me pagan hartos dólares para venir aquí a malograr y a matar el quechua.  Todo el contrario.  Vengo aquí porque me encantan estas tierras, y porque me encanta el idioma quechua, y toda la riqueza cultural que representa.  Un poco de confianza, un poco de buena fe, por favor.

 

¿Qué es un Lingüista?

Es más.  Yo paso toda mi vida profesional estudiando los idiomas:  sus sonidos, sus ortografías, sus gramáticas, sus historias.  Tampoco eso lo hago porque me paga una iglesia, una ONG, o una empresa multinacional.  Lo hago porque lo siento como mi vocación personal.

Muchos de los miembros de las Academias de Cochabamba y de Cuzco son profesionales:  economistas, médicos, abogados.  Y como profesionales, les respeto por sus estudios y su sabiduría en sus campos de especialización.  Así que a otro profesional como un economista, no le voy a decir que trabaja para empobrecer a su país.  A un médico, que quiere matar a sus pacientes.

Los lingüistas no venimos para matar idiomas, ni a maltratarlos ni corromperlos.  Más bien, yo busco hacer todo lo que puedo para ayudar a protegerlos y promocionarlos, con toda la riqueza humana y cultural que conllevan.  Así que pediría a un poco de calma, de reflexión y de respeto para los lingüistas.

Como lingüista yo no vengo a imponer nada a los hablantes nativos de ningún idioma.  ¿Cómo me podría permitir eso?

 

 

¿Qué Podría Enseñar la Lingüística a Hablantes Nativos (Bilingües)?

Entonces, ¿por qué estoy aquí?  Porque de todas maneras, ¿Qué les podría ‘enseñar’ un lingüista a ustedes, hablantes nativos?  Sobre todo un extranjero que no tiene el quechua como su idioma nativo.

Bueno, lo que tengo yo es diferente.  Ya son unos veinte años que llevo estudiando muchos idiomas, y la ciencia de los idiomas, que es lo que se llama ‘lingüística’.  Justamente, mi especialización dentro de este campo está en la lingüística comparativa, de muchos idiomas muy diferentes del mundo, en los campos de lo que se llama sus sistemas morfológicos, y más que todo en sus sistemas de sonido (que abarca las áreas que se llaman de la fonética, la fonémica y la fonología).

Aquí entonces yo no voy a entrar en tantos detalles sobre el quechua específicamente, más bien les ofrezco lo que yo les puedo presentar que ustedes tal vez no tienen.  Es decir, una perspectiva desde afuera de los debates que se están llevando a cabo aquí.  Y poner el caso de su quechua, sobre todo su sistema de sonido y su ortografía, en el contexto de varios otros idiomas del mundo.  Vamos a ver en estos pocos minutos si mi experiencia y mis conocimientos de otros idiomas me permiten ofrecerles por lo menos unas cuantas informaciones de interés y de utilidad.

 

¿Cómo sería posible eso?  Bueno, a ver empecemos con un ejemplo.  Yo llego aquí y ¿qué noto de una vez?  Noto en esta misma aula unas diferencias, entre la ortografía de la academia de Cuzco, y la de Cochabamba.  Aquí detrás de mí [en la bandera de la Academia de Cochabamba] está escrito rimajkunaj, con <j> al final;  pero allá [en la bandera de la Academia de Cuzco] está escrito kuraq, con <q> final, y allá [en la bandera de la Academia de Arequipa] suyoq, también con <q> final.  Para el mismo sonido, en la misma posición en una palabra:  al final.  Ahí va uno de los puntos de desacuerdo en la ortografía quechua.  (Y según me han contado, en Cuzco ya se está discutiendo del utilizo de la jota en ciertas circunstancias).

Bueno, de hecho, pasa que yo se muy bien porque unos proponen escribir este sonido aquí con <q>, y otros con <j>.  Entiendo de donde surge el debate, y veo ciertos argumentos a favor y en contra de los dos campos.  No obstante, me sorprende un poco que el desacuerdo haya surgido, y que continúe.

¿Cómo puedo saber todo eso yo?  Bueno, en parte por los estudios que he hecho sobre el quechua.  Pero no sólo por eso.  Sino también porque de hecho, la cuestión aquí es bastante simple, y es exactamente el mismo tipo de cuestión que surge en muchísimos idiomas – entre ellos, unos que conozco bien, como por ejemplo el alemán, el ruso y el serbo-croata.  Se también cual solución han encontrado las academias de estos idiomas.  Y se porque ellas no han tenido ningún desacuerdo, ni ningún problema en encontrar la solución que funciona mejor en la práctica.

Tal vez informaciones como estas pueden serles útiles a los académicos, para ayudarles a ponerse de acuerdo sobre una escritura única también para su idioma quechua.  Así que ¿cómo puedo tener algo útil para decir, yo aquí?  ¿Cómo puedo saber estas cosas?  Pues, porque es mi trabajo.  Tal como es el médico que sabe curar una pierna rota, y el economista ayudar a una empresa en dificultades.

Si a las academias les interesa, por supuesto estoy disponible – aquí ahora, y en noviembre estaré en Cuzco – para ayudar en lo que puedo.  Es decir, para cualquier consulta sobre la lingüística, y sobre como se han solucionado tales casos en los demás idiomas del mundo.  Hasta si quieren cursos de lingüística, de fonética y fonología, pues sin ningún problema.  Y no, no les cobro nada.  Como seguramente todos los presentes aquí, yo también soy ‘organización sin fines de lucro’.

El presidente de la academia de Cuzco nos ha recordado que quien decide de la ortografía del castellano, por ejemplo, es precisamente la Real Academia de la Lengua Española.  Cierto.  Lo que no ha dicho es que la Real Academia de la Lengua Española está llena a reventar de ... lingüistas.  Lingüistas profesionales.  Claro, también de escritores, profesionales de la educación, y muchos otros – pero todos ellos también con muchos conocimientos muy profundos en lingüística.  Porqué es muy útil la lingüística para resolver problemas como los sobre la ortografía del quechua.

 

Unos Puntos de ¿Desacuerdo?

Dije al principio que trataré de demostrar que en la realidad las posiciones de los penta- y de los trivocalistas son menos diferentes de lo que parece.

El problema aquí es que circulan muchas cosas que supuestamente son puntos de desacuerdo – pero que de hecho son completamente falsas.  Y aquí en esta aula se han oído muchas.

Un ejemplo:  ya anteayer hemos oído una ponente protestar que escribiendo esta palabra con estas letras ... <iqiqu>, las trivocalistas quieren que se diga, que se pronuncie, [iqiqu].  Simplemente, esto no es verdad.  Los trivocalistas nunca dicen eso.  Ya vamos a ver exactamente lo que dicen, pero no es eso.

Así que la primera ‘verdad’ que quisiera subrayar es este:  que todos, penta- como tri-vocalistas, lingüistas como académicos, están de acuerdo sobre la pronunciación de palabras como esta:  se dice [eqeqo].  Igual para [erqe], [orqo], [qosqo], cual sea.  (Eso por lo menos en la región de Cuzco, y me parece aquí también).

Que esto quede claro, una vez de por siempre.  Sobre este punto, la pronunciación, no hay desacuerdo, no hay de que disputarse.

Y no sirve a nada, pues, encender las pasiones acusando de inmediato al otro de querer ‘malograr’ o ‘corromper’ la pronunciación del quechua.  Sobre todo, les puedo asegurar con absoluta confianza que ningún lingüista nunca propondría que se debe cambiar nada en como los hablantes de un idioma pronuncien sus palabras.  Eso sería contra todo lo que sabe y cree como lingüista.

Todos aquí quieren y respetan al quechua, y nadie quiere, nadie propone cambiar su pronunciación.

Es cierto, que sobre la otra cuestión, no la de cómo tales palabras se pronuncian, sino la de como mejor se pueden escribir – ahí sí, hay un punto de desacuerdo entre los quechua-hablantes.  Pero sobre como se pronuncian, no.  Un acuerdo total.

Así que nada de ‘malograr’ ni ‘corromper’ la pronunciación del quechua.  ¡No más acusaciones, por favor!  Se usted acusa a alguien de querer eso, más bien es que Usted ha mal entendido lo que propone.

Como ven, pues, a la raíz de muchos desacuerdos como este, está una gran falta de comprensión entre penta- y tri-vocalistas.  Para superar estos desacuerdos, basta hacer un esfuerzo para entender exactamente lo que dice el otro, y porque lo dice y cree así.

 

Las Letras No Son Sonidos...

Para acabar con esta falta de comprensión, quiero subrayar una segunda verdad.  Esta es primordial, señoras y señores, primordial.  Y es que la letra escrita no es un sonido.

Letras y sonidos son dos cosas muy fáciles de confundir, pero esta confusión ha sido catastrófica para el quechua.  Esta a la base de tantas peleas inútiles y tantas faltas de comprensión.

Los sonidos de un idioma, y las letras de un alfabeto, son dos cosas di-fe-ren-tes.

Cuando un trivocalista habla de escribir esta palabra ... <iqiqu> con estas letras <i> y <u>, está hablando de estas letras escritas no más.  No esta hablando de los sonidos [i] y [u].

Pero, ¿Es la misma cosa, no?  Bueno, a ver, todos a escuchar esta letra, por favor...

<c>

¿Oyeron?  ¿Escucharon?  ¿Cómo no?  Claro, no se escuchó nada, no hubo ningún sonido.  Una letra, un símbolo escrito, sí había – pero no un sonido.  Esta letra puede representar para ustedes un sonido, pero no es un sonido, sino un símbolo para un sonido – o a veces varios sonidos.

¿En que sonido estaban pensando?  ¿Este:  [k]?  ¿O este:  [s]?  Porque miren esta palabra:

<cocer>

Escrita se ve dos veces la misma letra, escrita así:  <c>.  Pero representa dos sonidos completamente diferentes:  [k] y [s]:  [ko ... sɛɾ]

Así que ojo, ojo, ojo – siempre.  Hay que tener mucho cuidado con esto.

Por eso que en las hojas, sigo la usanza normal entre lingüistas, de escribir las letras entre flechas, así <c>, y los sonidos entre corchetes, según la trascripción del alfabeto fonético internacional, así [k] y [s], como en <cocer> [kosɛɾ]  (en España, [koθɛɾ]).

Así que en [kosɛɾ], se pronuncia la misma letra de una manera u otra, es decir se lee como un sonido [k] o [s] o [θ].   ¿Como se sabe cual?  Pues, según una regla.  Una regla de lectura del castellano.  Y la regla depende, en este caso, de la letra que sigue a la esta letra ... <c>, como lo llamamos.

[De hecho, como se ha notado en una de las preguntas después de la ponencia, ¿Por que deberíamos guardar en el quechua las complicaciones de la escritura del castellano?  He utilizado este ejemplo sólo para mostrar que no es un gran problema tener en un idioma reglas de lectura, aun de este tipo que puede parecer complicado.  Vamos a ver más adelante el otro tipo de regla de lectura que más exactamente corresponde al caso de las letras <i> y <u> en la ortografía trivocálica.]

Así que cuando un trivocalista propone de escribir así ... <iqiqu>, es eso no más que dice.  Está hablando de las letras con las cuales se escriben, pero no de los sonidos con los cuales se pronuncian.  Esos sonidos, dice el trivocalista también, quedan como siempre:  [eqeqo].

¿Qué es esta locura?  ¿Cómo escrito así ... lo vamos a leer [eqeqo]?

Bueno, pero con su ortografía el trivocalista esta proponiendo no sólo las letras, pero también unas reglas de lectura, como hay en todo idioma, y como hemos visto para el castellano.

En este caso también, la regla de lectura depende de las letras al lado de la letra <i>.  Su regla dice que la letra <i> normalmente se pronuncia [i], como en [michi].  Salvo, pero, cuando está al lado de una <q>, porque ahí no puede haber el sonido [i], y se lee más bien con el sonido [e].  Tal como en castellano hay una regla de lectura que dice que delante de las letras <a>, <o> y <u> la letra <c> se lee con el sonido [k], mientras que delante de las letras <e> y <i> la letra <c> se lee con el sonido [s], o en España [θ].

Lo mismo para la letra <u>, y los sonidos [u] y [o].

Así que ya no parece tan absurdo lo que propone el trivocalista.  Es otra posibilidad que funciona también.  Solo hay que aceptar que el quechua es otro idioma, así que claro que para aprender a escribir y leerla habrá que aprender sus reglas de lectura, que pueden ser diferentes de las que ya conocen para otro idioma, el castellano.

¿Ven?  Visto desde afuera, sus posiciones no son tan distintas.  Las pentavocalistas también leen los idiomas según reglas de lectura.  Bueno por lo menos lo hacen para el castellano.  Los trivocalistas proponen no más que se haga esto para el quechua también, solo que con otras reglas de lectura que le convienen al quechua.

 

Letras y Sonidos:  las Cosas No Son Tan Simples

Pero, ¿por qué complicar las cosas?  ¿Por qué no dejar las cosas simples, y escribir cada sonido diferente con su letra diferente, punto?   ¿Por qué simplemente no ‘escribimos como suena’?

Porque no hacemos como propone el profesor Daniel Cotari, de la academia de Cochabamba, en su articulo en el internet, y utilizar una ortografía en la cual, como escribe el: “cada letra exprese fielmente un sonido real existente.”

Ponemos el acento sobre un:   “cada letra exprese fielmente un sonido real existente.”  Es decir, porque no hagamos así no más:

   Un sonido, una letra.  Punto.

   Si hay dos sonidos diferentes, los escribimos siempre con dos letras diferentes.

   Y que dos letras diferentes nunca corresponden al mismo sonido.

¡Ojalá, ojalá, ojalá que fuera así!  ¡Cuánto daríamos los lingüistas para que sean tan simples los idiomas humanos que se pudiera seguir así!  Pero desafortunadamente, la vida no es siempre simple.  Y los idiomas, ciertamente no son tan simples:  ni el castellano, ni el quechua, ni el chino, ni el ruso, ni uno.  Y si los queremos respetar, hay que aceptarlos como son.

Bueno, si hay un problema, si no ha sido posible que se pongan de acuerdo sobre una ortografía, es justamente porque en la realidad cuando se habla de la pronunciación y las ortografías, las cosas no son tan simples como parecen.  Así es en todos los idiomas del mundo.  La primera cosa que enseña la lingüística es cuanto son ricas y complejas los sistemas de sonido de todos los idiomas.

 

La Complejidad De Los Idiomas

La complejidad de los sistemas de sonido de los idiomas – incluso el del quechua – tiene muchas formas, y no tendré tiempo ni para empezar.  Así que he puesto por lo menos unas pocas indicaciones sobre las hojas que he distribuido, (haga clic aquí para descargar el archivo Word de las hojas distribuidas) para que vean.

Noten primero esta verdad:

verdad:  Los sonidos no son tan distintos como parecen, y pueden estar relacionados entre sí en muchas formas.

En las hojas he puesto unos ejemplos de cómo los sonidos [u] y [o] son estrechamente relacionados en el castellano y en el portugués.  Nótese en particular que en el portugués, la misma letra escrita <o> se pronuncia a veces con el sonido [o], y a veces con el sonido [u].  Según una regla, y sin que esto de muchos problemas en escribir ni en leer el idioma.

verdad:  Cada idioma es diferente, no solo en sus sonidos, pero también cuando tienen los mismos sonidos, los pueden utilizar de manera diferente.

verdad:  Cada ortografía también es única, adaptada en varias formas a las particularidades del idioma especifico para el cual es concebida.

verdad:  Que no se olviden, todos ustedes llevan todas sus vidas no sólo con el quechua, sino también hablando, escribiendo, y leyendo – y sobre todo aprendiendo a leer, en castellano.  Tienen una vida de práctica y costumbre de la ortografía del castellano.  (Así que es posible que ya no van a ver su quechua de exactamente la misma forma de un hablante monolingüe.)

Cuando les mostré esta letra <j>, tal vez todos ustedes pensaron en un mismo sonido, algo como [h].   Ustedes me pueden decir que ‘es’ el sonido [h].  Pero esta letra corresponde a este sonido solo en castellano.  Ya para un madrileño representa más bien:  [χ].  En francés se lee con el sonido [ʒ], en alemán [j], en inglés [].  Noten que la pronunciación en castellano no tiene nada que ver con el sonido que tenía esta letra en el alfabeto latín original.  Como suena en castellano no es su valor ‘universal’.

Ninguna letra tiene una valor ‘universal’, como lo han dicho ciertos ponentes aquí.  Y ninguna corresponde forzosamente a un solo sonido único.  Ni la jota, ni esta ... <i> , ni esta ... <u>.

Esta letra ... <u>, que en castellano se llama ‘u’, puede corresponder al sonido [u] en castellano, pero en francés ese sonido [u] se escribe con las letras ... <ou>, mientras que la letra ... <u> se utiliza para otro sonido diferente [y] o [u_].  En inglés, la letra <u> puede corresponder a los sonidos [Ã] y [ʊ].  Igual para la letra ... <i>

 

verdad:  en todos los idiomas, la pronunciación se hace según ciertas reglas de sonido propias a este idioma, y la lectura se hace según ciertas de lectura correspondientes.  Estas reglas de lectura también cambian de idioma en idioma.

De hecho, ustedes saben muy bien que si quieren leer otro idioma como el francés, el alemán o el ruso, tendrán que aprender la ortografía que más le conviene a cada idioma, aun que sea diferente de la ortografía a la cual ya están acostumbrados para otro idioma, el castellano.  Así que si alguien propone una ortografía para el quechua que les sorprende, pues esperen un rato.  El quechua también es otro idioma.

Y si les choca una ortografía que alguien propone para el quechua, tal vez este sea no tanto simplemente porque es absurda.  Tal vez les choca más bien sólo porque es diferente de las reglas de la ortografía a las cuales Ustedes ya están muy acostumbrados.  Pero estas reglas valen para otra idioma, el castellano.  Para darle respeto a la individualidad del quechua, tal vez sí que habrán también que aprender a leer según reglas algo diferentes.  Eso que proponen los trivocalistas no es tan absurdo, ni tan difícil.

 

Escritura Trivocálica:  Más Compleja ¿Para Quién?

Hemos visto ya que hay un tipo de regla de lectura en el castellano – la para la letra <c> como el sonido [k] o [s] – que no les dificulta tanto el utilizo de la ortografía, aunque es una complicación histórica que ya no sirve a mucho.  Efectivamente, este tipo de regla de ortografía no corresponde a una regla de sonido del idioma mismo, sino a una herencia histórica (en latín se pronunciaba [kuokere], con el mismo sonido, pero durante le evolución del castellano, el segundo [k] ha cambiado al sonido [s], o en España, [θ]).  Y en este caso, tenemos también letras diferentes <c> y <qu> para el mismo sonido [k]:  <como> [komo] pero <quizas> [kisas].

Pero hay otro tipo de reglas de lectura que siempre escribe con una misma letra dos o más sonidos diferentes.  Y lejos de hacer la lectura más difícil, este tipo de regla la hace muchísimo más fácil y natural.  A tal punto que ustedes ni se dan cuenta de que existen en castellano, porque siguen automáticamente las reglas de sonido del idioma castellano, que para ustedes hablantes nativos del castellano ya son reflejos completamente automáticos.

La regla de lectura para las letras <i> y <u> en la ortografía trivocálica del quechua es de este otro tipo de regla de lectura, que para monolingües quechua les hace no más complejo sino muchísimo más fácil la lectura de su idioma, justamente porque obedece exactamente a las reglas de sonido del idioma quechua que para ellos ya son reflejos tan completamente automáticos que apenas se dan cuenta de ellas.

 

Pero miremos primero como son las reglas de este tipo en castellano, de las cuales por el momento es apenas si ustedes se dan cuenta.  Yo sí me doy cuenta de estas reglas del castellano, porque para mi no existen en mi idioma nativo, el inglés.  Así que para mi, diferenciar estos sonidos siempre, y no según una regla automática, es fácil, porque son importantísimos en mi idioma.

Estoy hablando de las reglas de lectura del castellano para las letras <d>, <n>, <r>, <s>, <b>, <g>, y muchas más.  ¿Cuáles reglas? se estarán diciendo, tal vez.

Bueno, ya hemos visto ya en este congreso que efectivamente, la misma letra <n> en castellano tiene de hecho dos pronunciaciones completamente diferentes.  En una palabra como <no>, la letra <n> se pronuncia – se lee, automáticamente – con el sonido [n], mientras que en la palabra <pan> muchos lo pronuncian con el sonido [ŋ] (es decir como el sonido que en inglés o alemán se escribe <ng>).  Se pronuncia así también en <tengo> [teŋgo], que no se dice [tengo].  La regla es:  la letra <n> se pronuncia de una forma [n] al principio de una palabra o entre dos vocales;  pero de otra forma [ŋ] al final de una palabra o antes de <g> (más unas complicaciones más).  Así que <n> se lee [n] en <no>, <sino>;  pero [ŋ] en <tengo pan>.

Otro ejemplo:  escuchen como ustedes mismos pronuncian la palabra <dedo>.  ¿Acaso la letra <d> se pronuncia igual las dos veces?  ¿Todavía no están convencidos?  ¿Y la palabra <sed>, entonces?  ¿Cómo usted pronuncia – como lee – la ultima letra?  Es clarísimo que no es el mismo sonido seco como la [d] en <día>.

Tal vez que por la influencia de sus costumbres del castellano, ustedes pueden tener alguna dificultad en distinguir estos dos sonidos, pero son diferentes, muy diferentes.  De eso, no puede haber duda, y es muy fácil comprobarlo:

   Si tratan de prolongar el sonido al final de <sed>, se puede hacer sin problema, y el sonido sigue continuo.  Pero si tratan de prolongar el primer sonido en la palabra <día>, ¿qué pasa?  Silencio.  No hay un sonido continuo, hay un breve ruido sordo, y después silencio no más.  A diferencia del sonido al final de <sed>, el que está al principio de <día> no se puede prolongar.  Una <d> si se puede prolongar, mientras el otro no.  Porque son sonidos diferentes.  De hecho, el primero se llama en lingüística un sonido de tipo ‘continuo’, el segundo del tipo ‘oclusivo’ (porque se para, se ‘ocluye’ el flujo de aire en la boca, lo que hace el silencio si se trata de prolongarlo).

   En el sistema de sonido de otros idiomas, estos dos sonidos son considerados tan distintos que pueden ser utilizados para distinguir pares de palabras diferentes sólo en estos sonidos, ya que el resto de las palabras es idéntico.  Por ejemplo las palabras day [dei] (día) y they [ðei] (ellos).  Estas palabras no son homófonas, no suenan iguales, y son inconfundibles en el inglés.  Y por lo tanto estos dos sonidos siempre hay que escribirlos con letras diferentes en inglés:  <d> y <th>.

   Cuando muchos extranjeros pronuncian palabras como <sed> o <poder ciudadano> con el sonido seco de la [d] en <día>, suena mal pronunciado, raro, y hasta cómico y feo.  ¿Cómo, si no son sonidos diferentes?

Son, efectivamente, sonidos muy diferentes.  No obstante eso, el sonido final de <sed>, y el primer sonido de <día> se escriben – en castellano, si no en inglés – siempre con la misma letra, <d>.

Claro, ustedes podrían ayudarles a los que están acostumbrados a escribir según las reglas de otras idiomas, insistiendo que estos sonidos diferentes tienen que escribirse de manera diferente también en castellano, así que habría que escribir el castellano así:  <día>, <diente>, pero <detho>, <seth>, <pother ciuthathano>, etc..  Esto sí que les ayudaría a los extranjeros que quieren leer bien el castellano como les suena, y con las reglas de sus idiomas.  Y no sólo estas letras, a ver, habría que escribir así:  <es rraro que no escriveng lo mizmo>.

Pero ¿a cual hablante nativo del castellano les sirve escribir estas diferencias de sonido que para él o ella no tienen ninguna importancia distintiva?  Cuando de todas maneras nunca les va a pronunciar mal, a leer mal, porque para él estos cambios de pronunciación son tan automáticos, reflejos tan nativos, que ni se da cuenta que los está haciendo.  Todo al contrario, se le hace mucho más difícil la escritura:  esto sí sería una complejidad completamente innecesaria para los hablantes nativos, si se le impusiera una escritura así <día>, <detho>, <seth>, <pother ciuthathano>, <no, es rraro que no escriveng lo mizmo>, solo porque le suena así a un hablante de otro idioma como el inglés y así para el es más fácil leer.

Así con la letra <i> o <u> en el quechua.  Claro las reglas de lectura del castellano dicen que la letra <i> se lee más o menos siempre con el mismo sonido [i].  (Como el sonido al final de <sed> en in en inglés

Así que para uno que ya desde muchos años está acostumbrado a escribir según sólo las reglas de lectura del castellano, pues para él le va a parecer más simple seguir con la misma regla en otro idioma como el quechua.  Pero sólo no quiere hacer el pequeño esfuerzo – por respeto al quechua, y el sistema de sonido propio al quechua – de aprender una nueva regla de lectura que le corresponde al quechua, y por supuesto diferente a las del castellano.  Y va a querer siempre escribiendo según las reglas del castellano que diferencian [i] y [e] con letras diferentes.

Pero es completamente innecesario en el quechua, porque de todas maneras un hablante nativo del quechua nunca va a pronunciar mal las palabras de su propio idioma.  Tal como la diferencia en castellano entre los dos sonidos que se escriben con <d> en la palabra <dedo>, la diferencia en quechua entre los sonidos [i] y [e] no tiene ninguna importancia distintiva, es un reflejo completamente automático:  [pi], [ti], [chi], [ki] ... pero automáticamente [qe].  Igual para [pu], [tu], [chu], [ku] ... pero automáticamente [qo].

Y no sólo es innecesario escribir los sonidos [i] y [e] con letras diferentes.  Escribir así en castellano <día>, <detho>, <seth>, <pother ciuthathano> sólo para ayudar a anglófonos que quieren escribir el castellano con las reglas del inglés, no sólo es innecesario para los hablantes del castellano, sino se les hace hasta más difícil, más complejo, tener que escribir diferencias de sonido que si hay en su idioma, pero que no son distintivos y que al contrario son reflejos automáticos de los cuales que apenas se da cuenta.

Sí, para un bilingüe, la diferencia entre [i] y [e] es fácil de oír e importante, porque en castellano es distintivo y no sujeta a reglas automáticas.  Pero para un monolingüe quechua, la diferencia entre [i] y [e] no es distintivo, y al contrario sigue reglas y reflejos automáticos de los cuales que apenas se da cuenta.  Por lo tanto, en vez de hacérselo más fácil siempre escribir cada sonido diferente con una letra diferente, todo al contrario se le hace más difícil, más complejo tener que diferenciarlos en la escritura sólo para agradecer a los bilingües que no quieren aprender una regla de lectura natural de su lengua.

Tal como a usted que conoce el castellano, si no habla perfectamente el inglés, se le dificulta más tener que diferenciar en la escritura así <día>, <detho>, <seth>, <pother ciuthathano> los sonidos diferentes [d] y [ð] que pronuncia en estas palabras.  Cuando para usted es completamente inútil, ya que la ortografía según sus reglas nativas de su castellano le permite escribirlos siempre con la misma letra <d>, y leerlos de forma diferente según estas reglas que le salen facilísimas y automáticas.

Bueno, en este caso, yo como hablante del inglés nunca voy a imponer a los que no conocen el sistema de sonido de mi idioma las reglas de escritura de mi inglés, sólo porque a mi se me hace más fácil así, y no tener que aprender otras reglas diferentes para el castellano.  De la misma manera, ningún hablante de castellano, bilingüe o no, debería imponer al monolingüe quechua una ortografía que le obliga a escribir su propio idioma según las reglas de lectura del castellano, sólo porque al bilingüe se le hace más fácil así, de no cambiar sus usanzas del castellano.

 

¿Ventajas Del Trivocalismo?

Y en cambio de este pequeño esfuerzo para el bilingüe castellano-quechua, el trivocalismo ofrece ciertas grandes ventajas:

   Primero, puede ser pan-andino.  Todos escriben con la letra <i>, pero lo leen, pronuncian, según las variaciones de su propia forma regional del quechua.

 

   Segundo, no hay que cambiar la escritura de la misma palabra cuando se le adjunta un sufijo.  Por ejemplo el sustantivo michi cuando se añade el sufijo posesivo -q para decir michiq chupan (la cola del gato), ni la escritura del verbo michiy (pastar) cuando se lo añade el sufijo de ‘actor’ -q para decir michiq (pastor).  Ciertos pentavocalistas (no todos) cambian la escritura para escribir michi pero micheq.

 

   Y tercero, es consecuente.  Aquí abajo vean las fotocopias de unas páginas de tres diccionarios penta‑vocalistas.  Como ven, cada uno de estos diccionarios escribe muchas ortografías diferentes para las mismas palabras, sobre todo cuando su pronunciación puede ser algo intermedio entre [i] y [e], o entre [u] y [o].  Si fueron trivocálicos, esta vacilación simplemente no habría, no podría haberse, pues se escribiría siempre con <i> o <u> no más, y se pronuncia con la vocal [i] o [e] o [ɛ], o bien [u] u [o] u [ɔ], con la cual uno siempre pronuncia según su variación personal o regional.

 

el diccionario de Antonio Cusihuamán (Quechua Cuzco-Collao)

 

haga clic aquí para ver los datos bibliográficos

 

en la sección quechua-castellano se encuentra <chiqaq> como entrada principal,
pero en los ejemplos que la siguen, una vez <cheqaq runa>, pero otra vez <chiqaqtas…>

mientras en la sección castellano-quechua, para la entrada verdadero se da más bien <cheqaq>

en la sección quechua- castellano, perdido entre las entradas en orden alfabético bajo la letra <u>
se encuentra la entrada
<olqey>, ¡que empieza con <o>!

 

 

el diccionario de Angel Herbas Sandóval, miembro de la Academia de Cochabamba

 

haga clic aquí para ver los datos bibliográficos

 

se da <qelqeri>, pero ‘igualmente’ [kik.] <qellqeri> y <qillqiri>

se da <qellma>, mientras que en este caso ‘mejor’ [aswan allin] <qillma>

se da <qellmaya> y en este caso ‘también’ [pas] <qillmaya>

Igual para <qollana> y <qullana>, <qollasuyu> y <qullasuyu>

Como se ve, a veces el autor prefiere o considera mejor la forma con <i>, a veces la con <e>, y a veces le da igual.

 

 

el diccionario de la Academia de Cuzco

 

haga clic aquí para ver los datos bibliográficos

 

<qespe> como entrada principal, pero también <qespi>
pero sólo <qespi umiña> y no <qespe umiña>

<qowe> pero también <qowi>

 

 

Los que se ven en estas fotocopias no son sino unos poquísimos ejemplos.  Tal vacilación y inconsecuencia existe para muchísimas de las palabras en sus diccionarios que contienen una <q>.  En todas las obras pentavocalistas que se lee – textos, gramáticas y diccionarios – siempre hay tales inconsecuencias en la ortografía.

De hecho, no sorprende, ya que la lingüística enseña que esto es inevitable con una ortografía fonética.  El problema para los pentavocalistas es que en la realidad del sistema de sonido del quechua, la pronunciación precisa como [i] o [ɪ] o [e] o [ɛ], o bien como [u] o [ʊ] u [o] u [ɔ], está algo libre en ciertos casos como estos.  Y no sólo puede cambiar de región en región, sino también de persona en persona en la misma región – inclusive hasta la misma persona puede pronunciar la misma palabra algo diferentemente en diferentes ocasiones.

Con el trivocalismo, el problema de la vacilación, la duda y la inconsecuencia en la escritura simplemente desaparece de una vez, ya que todos escriben las mismas palabras siempre iguales, con <i> y con <u>, y todos siguen pronunciando como pronuncian.  Clarísimo, y facilísimo.

 

De todo esto se ve que la cuestión de cual ortografía es más fácil no es tan simple.  No es necesariamente la que quiere siempre la misma letra para el mismo sonido, sin respetar a las reglas de sonido del idioma.  Al contrario, la ortografía más fácil puede ser la que se lee según las reglas de sonido propias a ese idioma particular.

 

¿Y los Demás Idiomas del Mundo?

Claro que son ustedes, los hablantes nativos, que tienen que decidir sobre la escritura que quieren para su idioma.  Yo como lingüista, y además extranjero, no vengo a imponer nada a nadie.

Y aquí no es el lugar, ni la hora, para entrar en detalles de la explicación de que es la diferencia entre fonética y fonémica – eso no es nada simple, es algo que se aprende durante largos años de estudio profesional...  – de lingüística (más bien que otras profesiones).

Me limito no más a hacerles notar una cosa de interés con la cual voy a terminar, una última ‘verdad’.  Para ciertos, puede ser una verdad un poco dura, pero es una verdad, y es importante para el bien del quechua decirla, y decirla de manera muy clara.  Y no es idea mía, no, por nada – es sino simplemente la experiencia de todos los demás idiomas del mundo.  Que ustedes, entre quechua-hablantes, la miren, que la piensen y que decidan entre sí y para sí.  No necesitarán más explicaciones, porque el hecho es muy evidente de sí mismo.  Y que ustedes todos, el pueblo quechua-hablante, cuiden de que sus academias hagan lo mejor para el idioma que es suyo.

Les ruego de mirar la tabla aquí abajo, que explica el tipo de ortografía que se utiliza para varios idiomas muy diferentes a través del mundo.

 

¿Qué Tipo de Ortografías Utilizan los Demás Idiomas del Mundo?

 

Idioma

¿ortografía fonémica o fonética (alofónica)?

ejemplo (en cada idioma habría muchos otros más)

estos sonidos diferentes

se escriben con la misma letra

en la(s) palabra(s)

castellano

fonémica

[d] y [ð] *

<d>

<dedo>

latín

fonémica

[u] y [ʊ]

<u>

<purus>

francés

fonémica

[ø] y [œ:]

<eu>

<deux> vs. <peur>

portugués

fonémica

[o] y [u]

<o>

<porto>

italiano

fonémica

[ɛ] y [e]

<e>

<belle>

inglés

fonémica

[l] y [ł]

<l>

<little>

alemán

fonémica

[t] y [d]

<d>

<Hand> vs. <Hände>

ruso

fonémica

[ə], [a] y [ɔ]

<o>

<молоко> = molokó

chino (trascripción pinyin)

fonémica

[i], [ɨ] y [z]

<i>

<li> vs. <chi> vs. <zi>

quechua trivocálico

fonémica

[i] y [e]

<i>

<michi> vs. <irqi>

quechua pentavocálico

fonética

[i] y [e]

<i>  y <e>

<michi> vs. <erqe>

 

 

Y ¿qué se nota?  Se ve que para cada idioma en la tabla, hay casos en los cuales dos o más sonidos bien diferentes se escriben con la misma letra, según una regla de sonido de ese idioma particular, que siempre indica automáticamente en cuales casos, en cuales posiciones el la palabra, se pronuncia de tal forma o de otra.

Es más, porque de hecho no hay ningún idioma en el mundo que escribe con dos letras diferentes sonidos que no son distintivos en ese idioma – como proponen hacerlo para el quechua ciertas personas bilingües en otro idioma diferente (el castellano), con su ‘escritura fonética’ pentavocálica.  (Y ¿por qué sería que los académicos del quechua quieren ser diferentes de todos los demás del mundo?  La respuesta está en su propio bilingüismo, y con más detalles en las notas abajo).

Pero, ¿acaso los en la tabla no serían sino unos pocos casos raros?  No.  Si he puesto en la tabla un ejemplo no más para cada idioma, es sólo para hacerla caber en la hoja.  Para cada idioma hay muchos ejemplos más, muchas reglas de este tipo.  Para el castellano habría podido añadir los varios sonidos diferentes que se escriben con la sola letra <r> (<raro>, ¿no?), los varios que se escriben sólo con <b>  (<bebo>), con <n> (<el inca no nació en Cuenca>), con <s> (<desde los sismos>), <g> (<hagalo grande>), con <a> (<las jaulas>), y sí, hasta con <o> (<corto>) y con <e>  (<verde>).  ¿No le parece?  ¿No nota las diferencias de sonido?  Pues, pida a cualquier lingüista y nada le resultará más fácil que hacerle comprobar que de hecho Ud. mismo, en su propio castellano, lee y pronuncia todas estas letras de formas muy variadas – sólo que hasta ahora no se ha dado tanto cuenta, porque su alfabeto no hace más que seguir las reglas tan naturales de sonido de su idioma.  Por eso que como hablante nativo del castellano, es muy probable que Usted ni se da cuenta de estas reglas.  Pero sí existen.  De eso les puedo asegurar con absoluta confianza, porque para mí, como anglófono, no son naturales.  Más bien, las conozco muy bien estas reglas, ¡porque me tocó aprenderlas para aprender a pronunciar bien el castellano!

¿Acaso he escogido a propósito estos en particular?  No.  Habría podido escoger cualquier idioma escrito del mundo y sacar ejemplos parecidos que ilustran que cada uno siempre hace así con muchos de sus sonidos.

¿Acaso sería una mera coincidencia, pues, que todos estos idiomas hacen así,  pero que no vale para el quechua?   Tampoco.

Todo eso es verdad para todos los idiomas justamente porque es una ley fundamental, un principio absolutamente universal de los idiomas humanos, que todos sus sistemas de sonido funcionan en base a reglas de sonido, es decir reglas fonémicas.  Y es más:  a este principio le corresponde el principio fundamental para la escritura de cualquier idioma del mundo:  que la escritura es fonémica, y nunca precisamente fonética.

Con razón, entonces, que para todos estos idiomas, se ha adoptado una ortografía fonémica – es decir, con sólo las letras absolutamente esenciales para ese idioma, más las reglas de lectura para saber automáticamente en cuales casos una cierta letra se lee como un sonido, u otro sonido algo diferente.

Y es sólo con este tipo de ortografía – más bien, gracias a él – que todas las demás academias del mundo han logrado, para sus idiomas respectivas, y sin tantos problemas, la tan deseada ortografía de consenso y unificada.

Justamente, es siguiendo a estos principios universales que los lingüistas nativos andinos, los profesores y sus propios ministros de educación, han llegado al alfabeto único (trivocalista) para el quechua – escuchando y obedeciendo a nadie más que el idioma mismo, es decir a las reglas de sonido propias al sistema de sonido del quechua (es decir, trivocálico, no el sistema distinto, pentavocálico, del castellano).

 

Para ser preciso, no habría que olvidar que las ortografías para muchos idiomas se basan también en otros principios, además de lo puramente fonémico.  Estos incluyen reglas que se llaman de tipo ‘morfofonémico’, y en unos casos – sobre todo el inglés y el francés – también legados históricos (que a veces complican, a veces ayudan).  Para más detalles sobre estas cuestiones, haga clic aquí.

 

Pero que no se deje confundir por estas otras cuestiones, que no cambian nada para la cuestión importante aquí.  Porque cuales sean los principios a los cuales obedecen a otros niveles (morfofonémico o histórico), si nos enfocamos únicamente en la cuestión de si las ortografías de todos los idiomas del mundo utilizan ortografía fonética o fonémica, la respuesta queda clarísima, como se ve en la tabla.  Ningún idioma utiliza ortografía fonética, ninguno.  Ningún idioma refleja en su escritura diferencias de sonido que en este idioma son puramente fonéticos (‘alofónicos’).  De todas las muchísimas diferencias de sonido que hay en cualquier idioma, todos los idiomas representan en su escritura únicamente aquellas diferencias que son distintivas – es decir, fonémicas – en este mismo idioma.  Nunca se representa diferencias de sonido que no son distintivas (es decir, puramente fonéticas, o ‘alofónicas’) en este idioma.  Nunca.

 

Pero miremos al quechua, y que vemos.  Aquí cito de nuevo el artículo de Daniel Cotari, que dice muy claramente tres cosas:

   “Desde el punto de vista fonémico evidentemente solo hay tres vocales a, i, u.”, y en esto los lingüistas y académicos están de acuerdo.

   “Pero desde el punto de vista fonético son básicamente cinco: a, e, i, o, u.” Aquí falta precisión, y para ser exacto es falso, son más, pero aquí no importa mucho y lo podemos dejar así, ‘básicamente cinco’.  Para más detalles, vea la nota abajo*.

   “La escritura fonética que es la que se recomienda” en la Academia de Cochabamba.

Para el quechua, pues, tenemos dos academias que por el momento siguen insistiendo sobre una ortografía de tipo fonética.  Que todos aquí presentes sepan que eso va en contra de toda la experiencia de todas las demás academias de idiomas del mundo, que optaron todas por ortografías fonémicas, ninguna por una fonética.  Eso incluye la ortografía de la Real Academia de la Lengua Española, que todos ustedes aceptan y utilizan sin grandes problemas.

Dejemos de lado los detalles de estos términos, fonética y fonémica, y digamos más claro.  No es ninguna coincidencia que son justamente sus academias, a diferencia de todas las demás academias del mundo, las únicas que no han logrado el consenso tan deseado sobre la ortografía.  Si las demás academias del mundo han podido lograrlo para sus idiomas, es justamente porque han superado la idea alentadora, pero engañadora, de ‘una letra para cada sonido’.  Porque han entendido que ningún idioma – ciertamente no el quechua – es tan simple como para poder reducirlo a esto.  Han entendido que la idea de ‘una letra para cada sonido’ no sólo es simple, pero es demasiado simplista para respetar la complejidad y la riqueza del cualquier idioma, de las reglas de su sistema de sonido, para ni hablar de las variaciones regionales.

Sus académicos buscan una ortografía unificada y de consenso.  Pero cualquiera ortografía de tipo fonético es por fuerza demasiado rígida para cualquier idioma.  Y es por eso que todas las demás idiomas del mundo utilizan ortografías más flexibles, en base a reglas de escritura.

La última, y más triste verdad, que enseñan todos estos otros idiomas, es que si se sigue así, estarán condenados a nunca poder llegar a un consenso – ni entre las mismas academias – sobre una ortografía única quechua.  Ni a una ortografía unificada entre las variedades.  ¿Por qué no?  Se sabe porque no.  Los académicos y lingüistas de todo el mundo saben porque no.  Sus propios ministerios de educación en sus propios países saben porque no.  Porque la experiencia de todos los idiomas del mundo lo enseña:  sobre una ortografía de tipo fonético el consenso nunca se puede lograr, para ningún idioma.

Es cierto que en varias de sus características, el quechua que es único* entre los idiomas del mundo, ¡eso sí!  ¿Cómo no lo voy a saber, yo que llevo toda mi vida profesional comparando idiomas?  Es mi trabajo.

Pero a esta ley, esta ley universal de los idiomas – que sobre una ortografía de tipo fonético el consenso nunca se puede lograr – pues a esta ley, ningún idioma le puede escapar.  Tan seguro como ninguno de nosotros aquí presentes puede escapar a la ley de la vida, que dice en el año dos mil doscientos y dos, no estaremos aquí.  El quechua , podría seguir viviendo – podría...  Pero si no quieren que acabe con la suerte de mi pobre irlandés, pues hará falta mucho más calma, lógica, y sobre todo, coraje y valor, para reconocer unas verdades tan importantes para la vida del quechua.

 

Final de la Ponencia

Abajo van las Preguntas, mis Respuestas, y unas Notas y Aclaraciones


 

Preguntas Y Respuestas

Aquí aparecen transcritas las preguntas pertinentes hechas en el aula en reacción a esta ponencia, y mis respuestas.

 

   A la cuestión de Angel Herbas Sandóval:  “¿Por qué tenemos que tener la complicación de la escritura castellana en el Quichua [sic]?  Los sonidos en el Quichua tienen que representarse con una única letra.”

Mi Respuesta, como la presenté en el aula, ya está incorporada en este texto en la sección “Escritura Trivocálica:  más compleja ¿Para quién?”, que tuve que saltar en mi presentación oral por falta de tiempo.  Para volver a esta parte del texto, haga clic aquí.  Vea también aquí.

 

   A la cuestión (anónima):  “¿Quién inventa las reglas?”

Mi Respuesta:  Los idiomas mismos inventan todas sus reglas.  Y cada idioma inventa las suyas, que pueden ser muy diferentes de un idioma a otro.  El estudio lingüístico no impone ninguna regla;  estudia cuales son las reglas propias a cada idioma – sin dejar influenciar el análisis por otros idiomas con reglas diferentes – y en base a estas reglas de sonido del idioma, puede proponer ortografías que las respetan exactamente, y por lo tanto serán más naturales para todos sus hablantes nativos (sobre todo los monolingües que no se dejan influenciar por las reglas de lectura de otros idiomas que han aprendido).

 

   A la cuestión de Abraham Montoya:  “Paul, ¿Tu idioma tenía escritura fonética o fonémica?”

Mi Respuesta:  Fonémica.  Como he dicho:  todos los idiomas escritos del mundo tienen escritura fonémica.

La única escritura fonética que hay es justamente el alfabeto fonético internacional, utilizado por los lingüistas sólo para sus trascripciones muy precisas, para hacer comparaciones entre pronunciaciones diferentes personales, o en regiones/dialectos diferentes, o entre idiomas diferentes con sus sistemas de sonido muy diferentes.  Para el uso diario para cualquier idioma natural, este alfabeto fonético es absurdamente complicado y no tiene ningún valor practico.  Un ejemplo para el castellano:

[ɛskɾiÈßiɾ paÈlaßɾas ɛŋ tɾaskɾipÈsjɔŋ foÈnetika lɛs Èbwɛlße Èlokɔs a Ètoðɔs lɔs ɛstuÈðjantɛs de liŋÈgwistika.  ɛsÈta usÈtɛθ seÈÄuɾo ke le paÈɾese Èuna Èbwena iÈðe.a]

Aquí va este alfabeto verdaderamente fonético, en vez de los alfabetos fonémicos de cualquier idioma normal – a ver si les parece más simple escribir así...

 

 

Muchos piensan que su idioma se escribe de forma ‘fonética’, o ‘tal como se pronuncia’.  Pero se olvidan de las diferencias alofónicas entre sonidos bien diferentes pero que no son distintivos en sus idiomas.  O más bien, por no ser distintivos, ni siquiera los oyen ni notan como sonidos diferentes.  Así que sin analizarlo bien, pueden pensar que su idioma se escribe ‘tal como se pronuncia’.  Pero más bien se escribe ‘tal como se oye’ sólo si uno no hace caso y no se da cuenta de tales diferencias.  Es precisamente para no pedir este esfuerzo inútil que no hay ninguna ortografía para ningún idioma del mundo que nota las diferencias que no son distintivas en ese idioma.  Es decir, son todos – sin ninguna excepción, salvo la propuesta ortografía pentavocálica para el quechua – ortografías fonémicas.

Seguro, se oye a menudo frases como “el alemán/el castellano/etc. tiene una escritura fonética”, pero de hecho es un uso popular – pero muy impreciso y técnicamente equivocado – del término ‘fonético’, en vez del término correcto para cualquiera ortografía del mundo:  ‘fonémico’.

 

Notas

* Cuando Daniel Cotari escribe en su articulo en internet que las vocales en quechua “desde el punto de vista fonético son básicamente cinco: a, e, i, o, u”, de hecho está equivocado.  Para el quechua cuzqueño y boliviano, efectivamente hay mucho más que cinco sonidos vocálicos diferentes en el quechua, hay además formas intermedias entre [i] y [e], por la cual el símbolo del alfabeto fonético internacional es [ɪ], más formas más abiertas todavía, como [ɛ], y otras variantes de <u> y <a>.  Estas diferencias tal vez los académicos no los oyen, porque en su otro idioma (el castellano) tampoco son distintivos, pero en mi idioma materno si.  Y cualquier lingüista entrenado en fonética los oye también.   Para más detalles, vea la gramática del quechua Cuzco-Collao de Antonio Cusihuamán.

 

Otros Principios de la Escritura

Es claro que las ortografías para ciertos de los idiomas en la tabla tienen otros elementos, no puramente fonémicos.  Pero estas son cuestiones muy distintas, que no hay que confundir con la cuestión de si es preferible la escritura fonémica o fonética – porque para esta la solución es clarísima.

Para más informaciones, haga clic aquí para ver mi página:  Fonémico o Fonético:  ¿Qué Quiere Decir?

También se recomiendan las explicaciones que se dan en el libro Quechumara: Estructuras Paralelas por Rodolfo Cerrón-Palomino – haga clic aquí para ver los datos bibliográficos – sobre todo las notas ortográficas en el Capitulo 1, sección 6, y en el Capitulo 2, sección 3.3.2.

 

Principios Morfofonémicos

En muchos casos influyen también reglas de sonido del tipo no sólo fonémico, pero también lo que se llama ‘morfofonémico’.  Esto también es completamente normal en la mayoría de los idiomas del mundo, y estas reglas también no son inventadas por lingüistas, sino no hacen que seguir las reglas de sonido morfofonémicas del idioma mismo.

Un ejemplo de la aplicación a la ortografía de un principio morfofonémico (y también en parte histórico) es dado por la propuesta normalización de la escritura entre variedades regionales diferentes del quechua:  por ejemplo <chka> para el morfema de aspecto progresivo, y <p> para el genitivo.  Justamente, cuando en su articulo Daniel Cotari trata de criticar la escritura ‘fonémica’ por proponer estas normas, está completamente equivocado.  Hablando de estas normas, simplemente no se trata de una cuestión de fonémica contra fonética.  Aquí estamos frente a otra cuestión, la de la morfofonémica.  Claro que esta puede ser algo discutible, pero objetando a la aplicación de la morfofonémica no es una critica de la ortografía fonémica que está aceptado para todos los idiomas del mundo.  Ni menos una defensa de su propuesta ortografía fonética.

Nótese también que la solución propuesta para la normalización no es nada arbitraria.  Al contrario, se ha decidido justamente para elegir la forma que mejor funcionaría para la unificación ortográfica para todas las variedades del quechua boliviano y del sur peruano, más bien que únicamente para gustar sólo a los hablantes de las variedades de Cochabamba o de Cuzco (en este caso, las que más se han cambiado de la forma original en quechua).

 

Legados Históricos

En muchos casos – sobre todo el inglés y el francés – la ortografía de un idioma se ha quedado fija desde siglos, mientras que la pronunciación de las idiomas iba cambiando, y de allí pueden surgir varias irregularidades y complicaciones.  Un ejemplo en el castellano nos ofrece la letra <c> en <cocer> como hemos visto arriba.  Esta palabra viene del latín cuocere, en la cual se pronunciaba las dos <c> de manera igual:  [k].  En el desarrollo del castellano desde el latín, el sonido [k] se ha ido cambiando cuando estaba seguido del sonido [e] (y también [i]), para terminar pronunciándose [θ] en Madrid y [s] en América Latina.

 

Los legados históricos a veces – como con el ejemplo del <c> en el castellano, más bien complican la ortografía, y no se los cambia sólo por tradición.  De tales complicaciones claro que no habría que incluir ninguno en la ortografía de quechua – y justamente es por eso que en la ortografía quechua se ha preferido para el sonido [k] la letra menos ambigua <k>.

Mas a veces, recurrir a la historia de una lengua puede, en vez de complicar su ortografía, traerle ventajas, sobre todo para ayudar a encontrar la ortografía unificada más practica para los hablantes de variedades regionales bien diferentes del idioma.  Esta es una de las razones por la cual se ha adoptado la forma histórica y más conservadora <chka> como escritura normalizada para el morfema de aspecto progresivo (así como se sigue pronunciando en varias regiones de Bolivia y de Perú, por ejemplo Ayacucho).  Si escribiéramos con la forma más desgastada <sa>, ¿cómo vamos a diferenciar en la escritura (como se hace en la pronunciación el la mayor parte de las regiones) ‘está dando’ de ‘su marido’, que serian ambos <qusan>.  Con una forma más completa como <quchkan>que se sigue leyendo y pronunciando en cada región según la pronunciación de esta región – no hay esta ambigüedad en la escritura, ni la inconsecuencia entre <chka>, <shka>, <sha>, <sya> y <sa>.

 

¿Una Ortografía Unificada Para Todas las Variedades Regionales del Quechua?

Cuando digo que el quechua es único, se entiende en el sentido de que tiene un conjunto de características en sus sistemas de sonido y de gramática que lo diferencian de todos los demás idiomas del mundo.  De hecho, tiene muchas características fundamentales que lo hacen completamente diferente de la mayoría de los idiomas europeos.  Es verdad que muchas de estas las comparte con el aimara, sobre todo, y en menor escala con otros idiomas indígenas de América, pero ciertamente no todas.  De hecho, cualquier idioma tiene por lo menos ciertas características propias – y en este sentido, todos los idiomas son ‘únicos’.

Es eso que quiero decir cuando digo que el quechua es único, y no que es un solo idioma ‘monolítico’ sin diferencias internas entre sus distintas variedades regionales.  Es verdad que se suele hablar del quechua siempre como si fuera un (solo) idioma, como el castellano.  Pero de hecho, se sabe muy bien que hay grandes diferencias entre el quechua sureño (‘QIIB’, hablada desde Huancavelica hasta el norte de Argentina) y el quechua del norte (ecuatoriano, y del norte del Perú, ‘QIIA’).  Las diferencias son mucho mayores todavía entre ellas y el quechua central (‘QI’, del Perú central, es decir Ancash, Huánuco, Junín, Huancayo, etc.), y aquí habría que aceptar que los hablantes del quechua central y los del quechua norte/sur no se pueden entender.  (Para más detalles, vea el ‘árbol genealógico’ del quechua y el mapa en mi página sobre mi proyecto de investigación.)

Así que según la definición más usual de ‘una lengua’, el quechua I y el quechua II son dos idiomas diferentes.  Ciertos han dicho que se diferencian cuanto el castellano del portugués, o hasta cuanto el castellano del francés.  Y no lo olvidemos, aun entre cada rama principal, las diferencias son también tan grandes que un quechua-hablante ecuatoriano tiene muchas dificultades a entender a un boliviano.

¿Qué quiere decir eso para la ortografía del quechua?  Bueno, hay que aceptar que aun con la mejor escritura unificada, siempre los hablantes tendrán ciertos problemas (en diferencias de vocabulario y de gramática, sobre todo) para entender el quechua escrito de otra rama muy diferente.

Pero no por lo tanto se debe abandonar el esfuerzo para encontrar la mejor posible que les facilite la tarea en la medida que sea posible, tal como se hace para muchos idiomas que tienen un nivel de fragmentación dialectal parecido al del quechua.  Porque justamente, en la ortografía se puede ‘esconder’ muchas de las diferencias que existen (sobre todo al nivel fonético) entre las variedades regionales, sin dañar a nadie, tal como se hace para los hablantes del castellano en tantos países del mundo.  Con una ortografía unificada bien pensada, se podrá lograr un nivel muy alto de intercomprensión de textos en quechua escritos por hablantes de variedades con pronunciaciones muy distintas.  Este bien para el pueblo quechua-hablante – sobre el cual parece que todos en este congreso estamos de acuerdo – es lo que se pretende lograr con la ortografía unificada.

 

¿Por Qué los Académicos Quieren ser Diferentes?

¿Cómo se hace que las ortografías de todos los idiomas son fonémicos y no fonéticos, y los académicos del quechua quieren ser diferentes?

Bueno, no se sorprende:  las ortografías para todos estos otros idiomas han sido desarrollado por hablantes nativos mayormente monolingües, y luego por academias de lingüistas, y no por bilingües ya letrados primero en otro idioma antes de querer escribir otro – como lo son todos los académicos desde muchos años, en castellano, .

Hay muchas diferencias fonéticas no significativas (alofónicas) que hay en el quechua, como en todo idioma.  Por ejemplo, la vocal en kan es de un timbre bien diferente de la en qan (o qam):  [a] en el primero, [ɑ] en el segundo.  (El proceso es muy parecido al proceso que abre [i] en [e], y [u] en [o]).  Esa diferencia la oye muy bien cualquier hablante de un idioma en el cual es distintiva, para el cual el quechua ‘podría’ escribirse entonces con seis vocales.  No la es para el castellano, así que esta diferencia los académicos no la oyen ni la quieren escribir.

Las únicas diferencias fonéticas que quieren escribir los académicos son los que oyen porque son fonémicas en castellano.  Es por eso que proponen justamente cinco vocales:  sólo porque es el numero de fonemas vocálicos en el castellano, mas no en el quechua.  Es del castellano no más que sale su cifra de cinco.

Los académicos simplemente no se dan cuenta – o no quieren aceptar – que es únicamente su castellano que hace que les parezca normal escribir con cinco vocales, y les permite querer imponer el sistema fonémico del castellano a la escritura de otro idioma con otro sistema de sonido.

Para más informaciones, haga clic aquí para ver mi página:  Fonémico o Fonético:  ¿Qué Quiere Decir?

 

 


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